miércoles, marzo 25, 2009

PREFACIO
Ya han pasado los años, y mi memoria me está fallando antes de lo que pensaba. Puede ser que no haya ya suficiente espacio en mi cerebro para almacenar todo lo que he vivido. Mejor que escriba mis recuerdos antes que los pierda.

Nunca conocí personalmente a Jesus de Nezareth, pero soy uno de sus testigos. Mi nombre es Saulo, de Tarso, de la misma ciudad en el Mediterraneo donde Marco Antonio y Cleopatra se enamoraron. Aún cuando mi familia es Judia, de la tribu de Benjamin (y yo estoy circuncidado), soy ciudadano romano. Mis padres solían vivir en la ciudad de Gischala en la ladera noreste del monte Hebron y mantengo el recuerdo del color blanco de ésas tierras fértiles atado a mis imágenes de infancia. Mis padres siempre tuvieron la educación en muy alto respeto y me enviaron a estudiar Halakha y Filosofia Judia en la Casa de Hillel en Jerusalen. Estuve internado alli. Fui educado como fariseo bajo Gamaliel, el mayor. Mientras me encontraba estudiando en la Casa de Hillel tambien aprendí el arte de hacer tiendas, lo que me ha ayudado a ganarme la vida dondequiera que he ido.

Bueno, ése es un muy corto párrafo acerca de mi mismo. Yo no soy el personaje principal de éste relato sino Jesus de Nazareth, el tambien llamado Mesias.

Nunca tuve la oportunidad de conocerlo personalmente. De hecho, vivía contento de no haberlo hecho ya que estaba completamente furioso por lo que sus discípulos estaban haciendo en los pequeños poblados de Israel. El predicar sus enseñanzas y lo que ellos llamaban las "buenas nuevas" de alguna manera chocaba frontalmente con mi educación y creencias. Tenía que poner un fin a toda ésta farsa sin sentido! Empecé a perseguir, a enviar a la carcel, y aún hasta condenar a muerte a sus seguidores (a)

Pero entonces, algo ocurrió al mediodia de un dia soleado y claro mientras iba camino a Damasco. Estaba siguiendo la pista de uno de éstos nuevos predicadores, llevando en mis manos cartas de recomendación de las Autoridades del Templo a fin de arrestarlos y castigarlos. Vi una luz, mas brillante que el sol, encima de mi cabeza. Me cegó la luz y escuché una voz "Saulo, Saulo, porqué me persigues?"...caí a tierra y fué difícil el volverme a levantar porque repentinamente me sentí completamente cansado. No había fuerzas en mi.

No supe que pensar luego de ésta experiencia, remeció mi mente y puso mi mundo de cabeza. Después de muchos dias de reflexionar y meditar sobre lo acontecido, decidí que tenía que saber mejor quién era éste Jesus de Nazareth. Los siguientes 14 años los dediqué a investigar su vida. Conocí a casi todos los que lo conocieron, vivieron y viajaron con El. Escuché de sus hechos y palabras, y voy a escribirlas antes que mi mente las distorsione y haga del cuento algo mas grande de lo que realmente es, ó puede también que lo empequeñezca y pierda su valor.

Aquí está, sea usted el juez.